sábado, 3 de noviembre de 2007

omnibus

Hoy estaba yendo a la facultad en mi colectivo habitual, al cabo de unas cuadras onseguí un lugar en el fondo y me senté. Saqué un libro de mi mochila y mientras estaba buscando el lugar donde había interrumpido mi lectura la vez anterior, pasó algo que me hizo bajar el libro: una mujer le tiró del pelo al colectivero.
Al parecer (por lo que pude juntar) la señora de unos 40 años estaba muy enojada porque la maquina expendedora de boletos del colectivo anterior estaba averiada, entonces, se tuvo que subir al otro colectivo. También había algo más de que en Flores hay un negocio muy turbio entre los almaceneros, los colectiveros y las monedas.
Cuestión que cada vez que pasábamos por una parada la señora le gritaba a los que venden boletos en la calle que eran unos ladrones y unos sinvergüenzas. En una parada, el colectivero empezó a gritarle a su compañero que era emntira que no le hciiera caso, que la señora estaba loca.
-¿Que estoy loca? (Se levanta y va hacia el chofer, lo puetea, y camina por el pasillo en dirección a su asiento)
El colectivero contesta y ella vuelve a defenderse. Colectivero contesta, ella vuelve, colectivero contesta y ella vuelve. A la cuarta vez que vuelve le empieza a tirar del pelo. El colectivo zigzagea. Algunos pasajeros le gritan que la corte. Yo me pongo la mano en mi boca abierta, cierro el libro.
La señora suelta mientras le grita que él no conoció mujer y que nació de un animal.
la señora continuó haciendo cabildo hasta que bajó. Yo estaba fascinada, indignada y esperando que el colectivero no la trompeara. No pude retomar la lectura. pero me preguntaba qué hubiera hecho si hubiera estado en al parte de adelante o en el subte en Madrid. Me imaginaba haciendole una toma para tranquilizar a la señora. Retándola y diciendole que bajo ninguna circunstancia uno se agarra de los pelos con le gente, que si tiene alguna queja que vaya a la CNRT.
me dejó muy sorprendida.
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2 comentarios:

r dijo...

Yo en un colectivo viaje con un tipo que empezo a gritarle al colectivero a todo pulmon, tan fuerte como es posible imaginar "hijo de puta, sos un hijo de puta"... en realidad yo no viaje y fue un amigo el que lo hizo, y en verdad no fue al colectivero el grito sino a una pasajera. Tengo sueño.

Drodro dijo...

En belgrano un colectivero se agarró a las piñas con un pasajero enfurecido mientras un tipo trataba de pararlos. Fue una peleíta corta, torpe, a muy corta distancia, tan incómodos que solo llegaban a usar un brazo para tirar zapallazos... el colectivero repitió una docena de veces "puto, puto"...