viernes, 31 de agosto de 2007

sonrisa de cartulina

Hoy me crucé a una catequista del colegio al que fui. Una mujer que debe andar en sus cincuentas, una mujer muy rubia, muy clara, muy jovial, muy risueña, muy popular y muy amada en ese colegio. Tocaba la guitarra, cantaba, se conmovía en misa, nos hablaba en confianza, nos charlaba entre amigas, nos aconseja, se interesaba, preguntaba y sonreía. Siempre sonreía y sonreía esa sonrisa dura, estática, fija, fría. Siempre sonreía como haciendo gala de sus encías rosas, de sus dientes demasiado blancos. Sí, sus dientes estaban siempre demasiado blancos y eso que fumaba mucho, pensé hoy mientras me preguntaba lo convencional, la carrera, la familia, en fin, "las cosas".
Fue todo muy rápido, por suerte, pero igual me dejó amargada, no solo por la reminiscencia escolar, sino porque la mujer siempre me parecio demasiado oscura y porque su sonrisa siempre me pareció demasiado falsa y hasta un poco aterrorizadora.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Herr Freud

Anoche soñé algo muy raro. Algunas sesiones de terapia me han servido para decodificar las producciones oníricas más extrañas, y estaba bajo la impresión de que podía descifrar cualquier cosa, de que estaba un paso más adelante de mi inconsciente. No podría haber estado más equivocada.
Soñé con un amigo* al que no veo hace rato. Estaba en el subsuelo de mi secundaria, donde se encontraba el comedor y el bar, solo que en este caso era la facultad. Estaba bastante oscuro y yo charlaba ahí con mis compañeros de la facultad. Entonces lo veo, era él pero tenía un arito en la oreja y la cara grande. Le pregunto que hace en la facultad y me contesta que va a votar, yo le digo que seguro que vota al PTS. Lo agarro del brazo y lo llevo a dar una vuelta. También aparece un compañero de la facultad, mezcla rara de 3 personas que conozco que está bastante celoso. No recuerdo más.
Sé que es poco interesante, no les parece tan raro y piensan que leyeron esto al pedo. Pero bueno...quería escribirlo y para eso está el blog.
También me dio ganas de llamar al chico del sueño, pero ni da.

*No es realmente un amigo pero todavía le tengo mucho cariño, dios sabrá por qué. Ya que la última vez que lo vi se dio una situación muy extraña.

diario de la guerra del cerdo

Hoy, en la recepción del infierno, digo, del hospital, se me colaron un tipo y una vieja. Lo del tipo tanto no me jodió, fue mi culpa, fui yo la que se distrajo (y él el deshonesto) pero lo de la vieja sí, lo de la vieja me hizo arrojar llamas por la boca, porque lo suyo fue pura, pura, pura desfachatez e insolencia de vieja chota.

Después de atender al señor, el geronte y yo la miramos fijo. Yo conocía las intenciones malignas del fosil de mamut ese y también sabía muy bien que la muy atrevida no pensaba hacer gala de sus años de vida y reconocer que la que esperaba de antes era yo. Entonces la señorita pregutó y las dos la atravesamos con los ojos, las dos mudas, ella conciente de su crimen, yo conciente de su edad. Y entonces me mira. La muy chota me mira y me dice ay, yo llegué antes, vos me viste que estaba aca antes de que vos llegaras. No me quedó más que cerrar la bronca y contener la ira.

Qué ganas de romperle la cara.

martes, 28 de agosto de 2007

mentally unfit

Yo fui a un secundario muy opresivo. Ahora que tenemos ¿3? lectores se los voy a decir para que entiendan como funciona mi cerebro. No me gustaría hablar por Ángeles, ella después dirá si también aplica. Mi colegio era religioso y sólo de mujeres. Voy a dejar la descripción del mismo para más adelante, tal vez nunca la haga. Estoy haciendo un proceso de superación, que implica no culpar a la institución por mis desgracias o mis discapacidades. Si no sé estudiar, relacionarme con mis compañeros ni hacer trabajos en grupo es mi problema.
Cierto es que yo no estaba preparada para comenzar la universidad. Si bien hace 12 años que me preparo para estar ahí, mi lugar, me falta madurez. Todavía me cuesta no hacer lo que hacia en el secundario. Sé que no tengo que pedir permiso para ir al baño, y que no siempre es necesario que levante la mano para hablar. Si me aburro puedo irme de la clase y nadie me va a decir nada. No obstante, me cuesta. Y creo que nunca la pasé mejor que cuando me iba de los teóricos de Panesi a hacer cualquier otra cosa y los leia en casa.
Igual mi falta de madurez se maniefiesta cuando me rio. me rio cuando leo la ficha de latin y dice: pes-pedis; cuando Eneas se va con Julo, Julo me hace reir. Cuando en la clase discutimos sobre los pollos, y por qué no diferenciamos bien entre masculino y femenino (una cosa del práctico) y la profesora dice: - Nosotros no comemos pollas. Yo pienso:-Algunos sí. Y me rio. Soy una pendeja, me falta algo de horno. Una vez me dijeron que tenía los cables cruzados, tal vez los tenga.

papelonera

No soy de esas personas que ganan premios reciben menciones y aplausos primeros lugares y diplomas, pero una vez, cuando tenía doce años, gané una estatuilla dorada, a todos conocidos, una figura de un hombre erguido, pero no de oro o de bronce, ni siquiera de chapa, ni premio al mérito, al drama, al glamour o a la elegancia. A los doce, en el cumpleaños de Loli, me gané un Oscar, sí, pero un Oscar de plástico, una versión sofisticada de una llave, una versión democrática de la llave, porque cuando tenia doce no fue el gusto arbitrario de una compañera de división sino la voz del pueblo, la voz de mi año que me eligió como la más papelonera.Ese premio me marcó como un estigma. No voy a decir que me sentí juzgada injustamente, que no disfruté sonreír para la prensa internacional, galardón en mano, iluminada por la honra, enfundada en un despampanante Gaultier. Ya por entonces algo de autoconocimiento tenía, algo de autocrítica, como me gusta llamarle, algo de pudor, incluso, pero solo voy a decir que, después de todo, a pesar de la gloria y la fama, me sentí un poco desconcertada. Desconcertada y algo más, en realidad. Como devorada por bichitos, por pulgas, asaltada por la duda, roída por la duda. Osea. Todos fuimos torpes en la infancia, todos nos encontramos alguna vez en una situación tan espantosa, avergonzante, humillante que deseamos desesperados morir fulminados por un rayo y desaparecer sin dejar rastros. Pero mi caso no era para tanto. No. En su momento me pareció algo exagerado y si hace un par de años alguien me preguntaba al respecto, posiblemente habría dicho lo mismo. Exagerado.

Esta semana me acordé de ese premio, de ese cotillón inmundo que tiré en alguna de mis furiosas purgas ejecutadas en mi cuarto. Me acordé porque desde la vez que le hice lío al quiosquero, desde que le pedí caramelos pensando centavo por centavo cuál pedir, cambiando de idea algunas veces, consultándole a Luz otras, decidiendo hasta llegar a la cifra, al vuelto justo, mientras me reía de vergüenza, transpiraba del horror, Luz me decía boluda (o no, pero si no me lo dijo ella me lo dije yo) y atrás mío se formaba una fila, ¡una fila en un quiosco!, un quiosco en una calle que en pocas cuadras concentra, digamos, 8 quioscos, desde ese día, entonces, que el tipo que atiende el quiosco me hace sentir impotente, infradotada, tan chiquita como una hormiga, tan inútil como un guardacostas en la Puna. Volví al quiosco un par de veces desde esa vez y no hubo vez de esas dos veces que no me haya sentido disminuida, que no haya hablado como una tonta, como una adolescente enamorada, que no haya interrumpido una oración atragantada por la risa. "¿Qué le pasa?" le preguntó a Luz mientras yo hacía el esfuerzo de pedirle una Coca de 600 como una persona normal, como una casi adulta o lo que sea.
Esto no termina acá. Personas que me hacen pasar vergüenza como el quiosquero hay miles, o bueno, digamos, decenas. No es la excepción, es más bien una especie de patrón de conducta. Por doquier hay profesores, amigos de amigos, amigos de padres, tíos lejanos que me hacen sentir así, que me hacen pasar vergüenza hasta no dar más, hasta rogar ¡basta! hasta querer llorar y hacerme una bolita en algún rincón.

En esto pensaba el jueves pasado cuando en la clase de salsa me tocó bailar con el profesor. Por qué lo hago, no sé, pero sí sé que todos los jueves termino en una rueda de casino, preguntándome cómo demonios terminé en esa maldita rueda, sufriendo a veces por la sola idea de imaginarme a mí, un bloque de hormigón, tratando de imitar copas, enchufas, 77s, 71s y demás, sufriendo otras porque me toca hacerlo con gente a la que le sale mejor que a mi o peor, con gente que sabe menos pero que pretende saber más y que cierra los ojos, alza el puño, frunce un poco el ceño mientras te aconseja que la clave, la piedra filosofal de la salsa es, respiración profunda, es la marca, la marca y, pausa, el ritmo de la salsa. Pero lo peor pero es cuando me toca con él, el profesor. Es petiso y delgado, casi seductor, pero cuando lo tengo enfrente, una mano en mi mano y otra en mi cintura, juro que se transforma en un monstruo, en un ogro inmenso, en una criatura horrible y hedionda que solo quiere mi mal, y de pronto mis piernas pesan toneladas y mis brazos son de mármol y si algo me salía antes, justo antes, ahora me sale pésimo y me muevo como si nunca hubiera visto gente bailar en mi vida, como si nunca hubiera escuchado música en mi vida y la paso mal, la paso pésimamente mal porque yo sé que el tipo me mira y piensa, igual que el quiosquero, se pregunta, a esta qué le pasa, esta qué problema tiene, de dónde la sacaron a esta y a mi, la verdad, la mayoría de las veces me asaltan las mismas dudas, me pregunto lo mismo, digo, de dónde me sacaron, qué problema tengo y ahora que lo pienso, la verdad, me parece que con ese premio tanto no exageraron o más bien, me parece que mis compañeras fueron lo suficientemente lúcidas como para imaginar qué me deparaba, qué bochornos me quedaban aún por ver.

Sin embargo, pienso, no soy precisamente una artista del ridículo. La mayoría de las veces vivo mis papelones sóla, yo sóla sin que el otro, el que me mortifica con su presencia, se entere, se percate ni de su aterrorizadora presencia ni de mi bochorno. Mis papelones no hacen reír, creo, más bien desconciertan, intrigan. Cuando me quedo muda, petrificada, o digo estupideces compulsivamente o me río como una hiena no soy un "qué boluda esta chica" soy más bien un " esta chica va a pedal"

No descarto estar atravesando una fase de negación, pero se me ocurre que mis papelones son fantasmas que gimen y arrastran cadenas en concierto privado en mi imaginación y se me hace que el día que me eligieron como la más papelonera no me condenaron sencillamente a meter la pata y desatar la risa de por vida sino a algo diferente, a una mortificación silenciosa y solitaria, a un papelón sutil que no puedo compartir, del que no me puedo reír avergonzada sino yo sóla , en la cama, en la ducha o viajando en el colectivo, pero sóla, siempre sóla, o a lo mejor con Luz.

Cosas que me gustan III

-Despertarme temprano, desayunar, leer el diario, leer algo de un libro, escuchar música y volver a dormir. Todo antes del mediodia.

sábado, 25 de agosto de 2007

Cosas que me gustan II

-dormir sin el despertador puesto

viernes, 24 de agosto de 2007

Cosas que me gustan

-Una buena ortografía

jueves, 23 de agosto de 2007

de viejos chotos

Ayer estaba con mi compañera de blog disfrutando de la semifinal del Mundial de tango. Estábamos en la platea porque a mi amiga le habian dado unas entradas mejores en la entrada. Cuestión que mientas jugábamos a ser los jurados de Bailando por un sueño (sí, se dijo. No me tiembla la voz al decirlo porque me diverti muchisimo) un viejo que estaba atrás nos dice, de una manera poco educada algo que va as o menos así.
-A ver si dejamos un poco las cabecitas quietas.
Viejo de mierda, malhumorado y maleducado. No me gusta ser de esas personas que se pelean con los viejos y se putean, de hecho no lo soy. Estoy a favor de los viejos, me parece genial que en japón tengan un feriado, el dia del respeto a los ancianos. Juro que me hubiera gustado decirle alguna guarangadamuy fuerte. " chupame al pija viejo choto de mierda" No sé algo así. Por más que no tenga sentido. Pero no, me quedé congelada en el lugar con la cabecita quieta, me rei mucho porque no lo podía creer. Pero con la cabecita quieta. Viejo choto: váyase a cagar.

lunes, 20 de agosto de 2007

de una amiga de mi hermana

La chica en cuestión fue a una villa, dios sabrá a hacer que, y encontró un perro pequines que decidió adoptar. Mi compañera, quien tiene debilidad por los perros callejeros y la gente que los adopta se debe estar muriendo de amor. Ella, la amiga de mi hermana, dormía todas las noches con el pequeño perro, la daba besitos y lo abrazaba, pero había un problema, uno pequeñisimo: el perro no ladraba, no ladraba nunca. Por esa razón decidió llevarlo al veterinario, y el diálogo (yo imagino fue algo así).
ella:- Doctor, mi perrito pequines no ladra. No sé que le pasa.
doctor de animales:- Este pero no ladra porque no es un perro, es una rata. Es de esas ratas que vienen con los barcos y comen bebés y animales pequeños. usted tiene mucha suerte de que no la haya mordido porque se podría haber muerto.
Me morí del asco con el cuento que me fue referido durante la cena. ¡¡¡¡La mina dormía con la rata!!!!
Mi padre agrega: -Bueno, esas chicas (las compañeras de colegio) nunca tuvieron todas las luces.

viernes, 17 de agosto de 2007

mi hermana otra vez

ella:- ni loca voy con una psicóloga mujer. No sé, será que subestimo a las mujeres.
yo:- tenés mucha chucha para ser tan misógina.
ella:- ¿que dijiste?
yo:-que están muy buenas las milanesas

peleas de alcoba

luz, la de hermosos cabellos dice:
tenia que contarte algo para que me dieras bola
angeles dice:
mentira, piba
angeles dice:
vos tenes todas mis bolas
luz, la de hermosos cabellos dice:
no tengo ni una bola tuya
angeles dice:
TODAS MIS BOLAS!
luz, la de hermosos cabellos dice:
demostramelo
luz, la de hermosos cabellos dice:
quiero un gesto grande
angeles dice:
... me estás pidiendo una prueba de amor?
luz, la de hermosos cabellos dice:
algo así
angeles dice:
PERRA!
angeles dice:
YO SABÍA!
angeles dice:
VOS NO ME QUERÉS UNA MIERDA!
angeles dice:
me pedís pruebas solo para aprovecharte de mi!
luz, la de hermosos cabellos dice:
eso e suna mentira
angeles dice:
no!
angeles dice:
TODO ES UNA MENTIRA1
luz, la de hermosos cabellos dice:
lo nuestro esuna mentira?
angeles dice:
si
angeles dice:
por culpa tuya
angeles dice:
guacha
angeles dice:
vos estás conmigo por mi dinero
luz, la de hermosos cabellos dice:
estoy convos..
luz, la de hermosos cabellos dice:
por tu cuerpo!
angeles dice:
ah, eso no está nada mal

luz, la de hermosos cabellos dice:
amigas?
angeles dice:
para siempre
luz, la de hermosos cabellos dice:
hecho

jueves, 16 de agosto de 2007

la lucha contra el capitalismo comienza en casa

Escena 1
(entra la madre 7.30 sin tocar al cuarto de la hija)
madre:-Traje facturas.
hija:- Gracias. ¿Por qué me despertaste a las 7.30?
madre:-Porque traje facturas y si pasa tu hermano te quedás sin.
hija:- pero son las 7 de la mañana...
madre:-¿y a que hora te despertás?
hija:- más tarde, cuando pinte. Igual justo hoy estaba despierta.
mutis por el foro de la madre
Escena 2
(la hija ya se ha levantado, ha desayunado y a vuelto a la cama. Son las 11 de la mañana. Entra de nuevo la madre)
madre:-Acabo de pasar por xxxx, hay un pantalón corte Príncipe de gales muy lindo. Levantate y vamos.
hija:-No, estoy durmiendo.
madre:- dale, ¿cuanto te falta? Yo te espero, hago tiempo.
hija:-ya tengo un pantalón negro que todavía no usé (se sonríe, porque le ganó al impulso capitalista de la acumulación de ropa sin sentido)
madre:- Qué barata que me salis.
hija:- Gracias igual por pensar en mi.
mutis por el foro de la madre
hija:-(mira la público) No es de poco capitalista es que realmente prefiero dormir.
(cae el telón y todos se van a sus casas a reflexionar)

miércoles, 15 de agosto de 2007

la curiosidad mató al gato..y a tantas otras personas

A veces (muchas veces) peco de indiscreta. No porque hable de más y cuente cosas que no tengo que contar, excepto a mi compañera de blog, pero en mi defensa ella tiene una mirada que me hace desembuchar. Si algo es muy jugoso no me lo puedo guardar, necesito pensarlo, analizarlo, reirme y comentarlo. Y yo pienso en voz alta, incluso cuando estoy sola, me hablo. Volviendo al grano, si alguien empieza a contarme algo o a hacer referencia a un evento necesito saber todo. O me cuentan todo o no me cuentan nada.
Si alguien me dice: acabo de ir al psicólogo, yo tengo que preguntar cosas del psicologo (de qué charlan, qué hacen, cómo es él/ella, cómo es el consultorio, que´consejos da). Si alguien me dice que está interesado en un chico/a tengo que saber cosas de ese tercero (qué tiene que lo hace tan atractivo). Y siempre, siempre necesito preguntar cosas, y algunas son muy indiscretas y (que pueden parecer) de metida. Alguien que no me conoce me puede calificar de entrometida y chusma, pero sólo soy curiosa. Y muchas veces pregunto sin esperar una respuesta, pero no hay nada que me de mas satisfacción que obtener una.

domingo, 12 de agosto de 2007

de mis ñañas y varias otras yerbas

No sé si es que en estos meses se me vinieron los años encima o qué, pero últimamente estoy llena de achaques, de cositas sueltas, de cabos que hay que terminar de atar. Porque ahora ya no se trata de mi bocho enfermo que hay que hacer ver, sino también de mi peso que hay que subir, del colesterol que hay que bajar, del zumbido en el oído que estudiar, de los mareos que hay que tratar, de los mocos que cada dos por tres me tengo que sonar y de mi pie izquiero que me duele que no te cuento y no me deja caminar. Seguro que es todo lo mismo, porque todo responde a lo mismo, al mismo centro operador que es mi cabeza y esta repleta de laberintos restorcidos y oscuros, como cualquier cabeza, pero mientras, la que no para de ir a médicos y hacerse cositas, estudios y pruebas soy yo, yo, que no me banco a los médicos y odio que me hagan siempre las mismas preguntas y que me digan qué hacer. Sobre todo eso, porque ningún médico en esta tierra sabe dominar esa necesidad compulsiva de darte indicaciones y consejos, y estoy harta porque siento que no puedo hacer nada, no puedo hacer actividad física, no puedo escuchar música muy fuerte y no puedo comer alfajores cuando se me de la gana. Esto no es vida, me aburre. Odio ser una vieja con ñañas, porque a veces trato de ser rebelde pero no siempre y no con el suficiente ahínco como para dejar de obedecer al que sabe. Y entonces me despierto temprano después de haber dormido poco y mal porque el remedio cada ocho horas me obsesiona y no me deja descansar y para colmo el cana botón de mi celular que suena para avisarme que es la hora de la pastillita para el mareo. Entonces me despierto, muchas veces antes de que haya sonado, antes y a cualquier hora me despierto y no puedo seguir durmiendo y digo puta, ahora qué hago, no tengo nada que hacer, qué mal me sienta el ocio, no sé descansar, no sé poner el freno. Me despierto, decía, y no tengo nada que hacer, o eso siento. Ni leer puedo, porque además de estar llena de achaques estoy llena de manías y no puedo leer un libro si dejé otro a medio camino, no puedo empezar nada nuevo si no sé qué hacer con The Waves, que por segunda vez me supera o me desapasiona. Y decidir me cuesta, entonces no sé si hacer el esfuerzo y leer las 50 páginas que me quedan o cerrarlo y confiar en eso que dicen de que la tercera es la vencida. Creo que lo mejor es dejarlo, pero qué empezar. No estoy inspirada últimamente, soy una vieja achacosa sosa desinspirada desapasionada y aburrida. Pero no es mi culpa. O al menos eso quiero pensar. No es mi culpa porque antes de verme en este torbellino de ñañas y de médicos y de formularios, porque ir al médico implica dar datos y firmar algo, había decidido esforzarme por revertir este año que viene siendo tan, tan, tan largo y divertirme y darle al 2007 una trompada en la cara porque a mi ningún año me pasa por encima, no señor. Pero a veces es una paja. A veces es mucho más facil ovillarse en la cama y esperar a que venga el médico y te cure y que pase el tiempo y lo resuelva todo.

Ningún agosto se me había ocurrido que el trecho hasta las vacaciones podía ser una calamidad, una carrera de obstáculos tan larga y tediosa. Como un paseo en catamarán con el camino repleto de icebergs pero sin sexo con Leo en la bodega en un auto modelo 1910.

Travestis

Ayer mi hermano se disfrazó de mujer para una fiesta. Lo ayudé a vestirse y lo pinté. Estaba realmente muy mona y el proceso no fue tan raro. Tal vez nos llevariamos mejor si el decidiera ser travesti, tendríamos más en común.
Tiene buenas piernas, me deprime que la pollera le quede mejor que a mi.

miércoles, 8 de agosto de 2007

una de mi hermana

televisión: ...gran hermano 5....participante...que es cartonero

ella- no quiero ser racista pero yo me muero si me ponen en una casa con un cartonero
yo- ¿desde cuando ser cartonero es una raza?
....(risas)

cae el telón

perjudicial para la salud

De todos los males que amenazan el equilibrio y la salud de los seres humanos hay uno, el más peligroso de todos según mi enteder, que pocos médicos incluyen en la larga lista de aquello que hay que evitar para llegar a los 100 y que algunos, incluso, rotulan como "benigno".
Igual que Satán, que para poder obrar se disfraza de aquello que "hace bien", el ocio oculta su faceta demoníaca encabezando el ranking de lo que muchos llaman "placer".
Pues bien, hoy vengo a denunciar el profundísimo mal que el ocio puede provocar en una persona corriente como soy yo.
Este año mis vacaciones de invierno fueron una miseria. Creo que no me queda otra alternativa más que resignarme a eso porque según veo es el costo de empezar a integrar el mundo de los adultos, pero ese no es el punto. El punto es que empiezo a observar en mi una conducta preocupante. Ya no puedo disfrutar de las vacaciones. No hacer nada me hace mal, me daña. Necesito preocupaciones, presión, obligaciones. El tiempo muerto en Buenos Aires me empequeñece el cerebro, me chupa el espíritu y me debilita el cuerpo. Esto no puede seguir así. Necesito empezar a cursar urgente, pero cursar cursar, no la pavada de la primera semana de clases, que ya empezó, sino el frenesí del segundo mes, de la pila de textos sin leer, del parcial que se acerca y la necesidad imperiosa y desesperada de por lo menos un día de no hacer nada.
Por estos días no hago más que matar el tiempo en internet o viendo tele. Y de esto último quería hablar. Del corrosivo efecto del ocio en mi rutina y en mis habilidades mentales.
No puedo parar de ver MTV. Es lo único que le da un poquito de color a mis tardes que no se acaban nunca. ¿Alguien vio el programa del karaoke? ¿Alguien ve Sweet Sixteen? ¿Porque Lauren no lo manda a freir churros a Jason? ¿No ve que es un idiota? Por cierto, ¿En qué momento dejaron de pasar música en MTV?
Mtv se convirtió en un canal de gente rica. ¿Notaron? Laguna Beach, The Hills, Sweet Sixteen no hacen más que mostrar las peripecias de princesitas yanquis que manejan autos del tamaño de un catamarán y viajan a Francia solo para comprarse un vestido de 7.000 dólares para usar 15 minutos en su megafiesta de 700 invitados. Y les encanta decirlo. Por algún motivo que desconozco, a las chicas de Sweet Sixteen les encanta decir en la tele toda la guita que llevan puesta en ropa. No tiene código, sencillamente no lo tiene. Deberían haber visto la cara de la asistente de compras francesa que se contrató la pendeja en su viaje a París cuando le dijo que quería un vestido "muy elegante y bien rosa, muy rosa. Un vestido de Barbie", o la cara del papá cuando la pendeja le explicaba al perfumista que quería una fragancia "frutal pero que no fuera de fruta" y le contaba su super idea para el frasco que tenía que ser "todo rosa con brillitos por todos lados". Y eso que ustedes no vieron la sesión de fotos, no vieron a Amberly en su vestido blanco, con una tiara blanca, sentada en el suelo entre todos esos tules blancos, blanquísimos como la nieve. La chica parecía insertada en lo alto de una torta de pisos de merengue.
Ahora yo me pregunto, ¿esas chicas no van al colegio? ¿no tienen ocupaciones? ¿no tienen PADRES?
¿Ven en lo que pienso cuando no tengo nada en qué pensar? No es que no sea válido, es que es un exceso. Lo mío es un exceso, una atracón, una panzada de Mtv. El ocio me va a conducir a la demencia, me va a llevar al Borda. Necesito ocupaciones URGENTE.


Y ahora me voy a almorzar asi a las 2 veo The Hills.

martes, 7 de agosto de 2007

Orgasmatrón

Hay una cosa que me fascina, que me encanta, me eleva, ma da cosquillas en la panza: ir de Shopping a Farmacity. Me gusta acumular cosas de farmacia que tengo que comprar, ir y darme una panzada.
Yo era de las que se negaban a entrar a ese lugar que creía nefasto porque era una cadena, porque era un asesinato a las farmacias de barrio y hacia la experiencia muy impersonal. Bueno, yo estaba equivocada, farmacity la rompe.
Caminar por los pasillos, llenarme las manos de cosas marca farmacity, no tener que pedirle nada a ninguna vieja malhumorada. Me deslizo por los pasillos, elijo. Encima hay de todo, medias, corpiños, cera, articulos de manicuria, todo, todo. Hay golosinas.
Farmacity: me cabes.

lunes, 6 de agosto de 2007

satán y la ciencia

Tan ingenioso es Lucifer que se disfraza en cosas que supuestamente "hacen bien". ¿Quién no lo padeció de niño en el dentista o sanándose la angina con el demoníaco brebaje amoxidal 500?
Lo más preocupante de esta situación es que, con el avance de la ciencia y la medicina, los chiches de Satán se vuelvan cada vez más sofisticados y peligrosos. Ya no hablo de sutilezas tales como antibióticos de mal gusto. Hablo de un Satán en toda su furia. Hablo de máquinas de hacer el mal. Hablo de un estudio llamado Resonancia Magnética Nuclear (RMN).
Que te hagan una RMN significa que te metan en un tubo durante algo así como media hora, tal vez más, y que te sometan en tanto dura el estudio a una serie de ruidos de espanto de todo tipo dignos de una película de terror del más bajo cachet. Como si fuera poco, al cabo de los, digamos, primeros 15 minutos, Lucifer personificado se te acerca a pincharte para sacarte sangre.
Este gesto sirve de tortura tanto física como psicologica. Es decir que la víctima se ve afectada no solo por la sustracción de sangre que el demonio realiza con el fin de beberla desde su cómoda recamára desde la que orquesta el proceder maligno de sus máquinas, sino que además su estabilidad emocional se ve en jaque al creer, por un instante, que ha llegado el fin de su martirio para luego ver que aún no ha llegado ni a la mitad.
A mi me lo hicieron en la cabeza y les aseguro que fue lo más parecido que viví a que me la martillen. Es un mal que realmente, de todo corazón, en tanto nací humana de humanos y moré 9 meses el vientre de una mujer, no se lo deseo a nadie. Ni al más vil de los seres.
Aún así, acribillada por las fuerzas del mal, no pienso permitir que Satán me doblegue con sus chiches malignos.
¡Vade retro, Satana!

de proyectos millonarios y otras yerbas

No solo de pan vive el hombre. Además de otras cosas, también necesita la fantasía, la imaginación, la proyección, la idea de futuro. Un buen ejemplo de esto soy yo, Ángeles, cuando tengo que preparar un examen. Por un par de días olvido el día que corre y no puedo hacer más que pensar en el fin de semana, imaginar todo lo que voy a hacer esos días y ocupar mi tiempo en detalles como en sacar entradas si es que hay que sacarlas o llamar por teléfono, si es que hay hacerlo. No es de ansiosa, es que a veces, preocuparme por el futuro me alivia el yugo del presente.
Luz y yo tenemos una relación muy charlada. Esto es, no paramos nunca de hablar. Eso de "un amigo es con quien puedes (sí, este tipo de mersada se conjuga en tú) estar en silencio y sentirte cómodo" entre nosotras no corre. Digo más: el silencio es siempre un mal síntoma entre nosotras. Por algún motivo siempre hay algo que contar y si una de las dos se sienta y no habla es porque seguro está ocultando algo. Nuestras charlas no tienen un rumbo definido y francamente no sabría enumerar temas recurrentes. Pero hay algo que más de una vez mencionamos con envidia y un matiz de odio en la voz: las ideas geniales y millonarias que tuvieron los otros y no nosotras.
Lo cierto es que cuando tanto Luz como yo tratamos de imaginar nuestro futuro, no se nos aparece más que en la forma de una nebulosa vaga, un vaho denso y oscuro en el cuerpo de un incierto " Licenciada en un área de conocimiento que a nadie le interesa" Es decir, un estudiante de medicina o de psicología podrá soñar con ansias un consultorio propio, pero ¿qué nos queda por soñar a nosotras? Es entonces que elucubrar sirve de bálsamo, solo que en este caso no sirve para curar el peso del presente sino que alivia la incertidumbre del futuro.
Luz y yo tenemos la teoría de que tener un comercio aledaño a una universidad es un emprendimiento millonario. Por supuesto que el proyecto se debe adaptar en parte a las necesidades del estudiante medio de la universidad, y qué comercios se adaptan mejor que una fotocopiadora o un bar. Una fotocopiadora implicaría demasiado trabajo y un contacto excesivo con adolescentes encabronados. Por eso, el bar sería la mejor opción.
Viajando hoy en el 132, Luz y yo empezamos a imaginar nombres de bares circundantes a las distintas facultades de la Universidad de Buenos Aires. A mi parecer, hubo dos ideas particularmente lúcidas.
La primera, un maxikiosco ubicado para servir a los estudiantes de ingeniería de la sede de Paseo Colón llamado "El hormigón". El logo del kiosco sería una hormiga con un brazo superdesarrollado y una carga inmensa. Tal vez un elefante o, porqué no, un mismo bloque de hormigón. La especialidad de la casa sería el superpancho y las salsas gourmet, Ketchup, Mostaza y Mayonesa, todas de marca Hellman's, por supuesto.
La segunda, un bar más bien cool lindante a la facultad de Filosofía y Letras que llevaría el nombre de "Ostraneñe". Huelga aclarar que este bar estaría dirigido especialmente a los estudiantes de Letras o, más bien, a todos los que cursaron Teoría y Análisis. Sería un bar más bien elitista en el que temas de conversación vulgares como el futbol, el clima y la política estarían vedados. En este bar no sería considerado maleducado no sacarse la boina para entrar y no llevar anteojos de marco grueso de carey sería un motivo de sospecha.
Luz y yo consideramos que estas ideas no son solo redituables sino multimillonarias. Estos proyectos son los que van a financiar los lujos de nuestros veranos de mes y medio en los destinos más caprichosos y excéntricos imaginables y los que, sobre todo, llevarán a diario el caviar a la boca de nuestros niños. O no, pero en fin. Soñar es gratis y cualquier cosa puede pasar soñando. Por eso es que cuando los días que corren son pesados o los que van a venir, vaporosos, prefiero distraerme en elucubraciones e imaginar proyectos que no solo nunca voy a concretar sino que en un par de días, cuando esté aburrida y mate el tiempo soñando otra cosa, voy a olvidar.

Andrés Bello no estaba tan mal o la vida en Rojo



-Hola, mi nombre es Andrés, tengo 226 años y quería decirles que hablan mal.


No tengo nada contra Chile, absolutamente nada. De hecho me cae bien. A diferencia de Bello, yo no creo que hablen mal, hablan como chilenos, y eso está bien. Nunca en mi vida diría polola, wawa (¿se escribirá así?), y terminaría los verbos con -ai, e.g. ¿me cachai?, pero lo respeto, un poco. El Pisco es peruano, (aunque el Capel me cabe). Bello era un cascarrabias, un purista, un pesado, un viejo quejoso. A él le molestaba el habla de los chilenos y a mi me molesta otra cosa. Con todas estas aclaraciones paso al tema que nos trae a la entrada del día de la fecha.
No entiendo el programa Rojo: fama contra fama. No sólo no lo entiendo sino que no conozco a nadie que lo comprenda. ¿hay algún ganador alguan vez? Debe estar en la televisión hace años. la gente entra a capilla sale de la capilla, hay jurados, personas que bailan mal, coreografías grasosas, y perros que aúllan en lugar de cantar. Y ese hombre que lo conduce...¿qué onda? ¿termina ese juego alguna vez? ¿Alguien devino famoso luego de su vergonzosa pasada por ese lugar siniestro? Yo creo que el último círculo del infierno consiste en esa competencia: entrás en Rojo y no podés salir, tenés que bailar y cantar hasta que te salgan juanetes y te quedes ronco y aún así seguis en la competencia. Este programa debería tener su propio canal, 24 horas de rojo.
No me molesta ni el canto, ni el baile, ni el conductor, ni los jueces, ni los espectadores con pancartas, me molesta no entenderlo. el mundo deja de girar cuando yo veo Rojo porque no le encuentro una lógica. ¿Chile se rie en mi cara? Sólo un país ruin puede inventar un programa de cable así. Y lo digo yo (por eso, a no ofenderse) que vivo en un país que ve Gran hermano Famosos (y la de famosos que hay ahí) y Bailando por un sueño, pero a fin de cuentas, también vivo en un país ruin o generoso, como prefieran.
Llamo a todo aquel que me quiera explicar este programa de televisión a que se apiade de mi, necesito comprender.
Chilean friendly blog

jueves, 2 de agosto de 2007

cosa de locos

Canales del cable que uno no sabe por qué

-canal magazine (aunque salió muy bien parado con la restrospectiva de luismi)

-canal musical (mein gott)

-tv chilena (es un desastre pero me apasiona ese programa en el que salen a resolverle los embrollos sentimentales a la gente. Igual soy objetiva y no, no tiene razón de ser)

-canal 26 (no agrego más)

-mtv (exceptuando the hills y laguna beach. La frivolidad es adictiva)

-canal 5 de maría (¿se llama así? ¿qué onda el chabón de mostacho que dirige un programa frente a fotos tamaño natural de religiosos dando misa y de vírgenes y papas y que me manda a leer los hechos de los apóstoles?)

Como miembro parcial, Sólo Tango, que a veces zafa bien, y en el purgatorio dejamos a Utilísima que es de cuarta pero nos hace reir.

vacaciones de invierno





Las vacaciones de invierno son un pequeño oasis en el calendario académico. No hay semana en mayo, junio, en los primeros días de julio, en la que un estudiante no piense en estos días de libetad, de bendita gloria, de salidas, de amigos, alcohol, sexo, drogas y rocanrol. Ahora bien, como todo oasis, las vacaciones de invierno no son más que un espejismo. Un espejismo existencial, un espejismo de lo que todo estudiante quisiera ser: una persona culta y divertida, inquieta, urbana. Sin embargo, año tras año al llegar la añorada (y mísera, por cierto) semana de vacaciones el estudiante se encuentra cada vez con la misma horrorosa realidad: un adolescente siniestro y vago que durante diez días no hace más que hurgar su ombligo en busca de pelusa, ver tele y andar por la vida con el pelo sucio. Horror, entonces: ¿esto soy yo? ¿asi soy cuando nadie me mira, cuando nadie me obliga a nada? ¿yo no era culta, divertida, inquieta, moderna? "¡NO, señorita!" me responden las vacaciones "¡Usted es una pajera!"

Pero ¿es mi culpa, acaso?
Mi filosofía de vida es diferente. Las vacaciones de invierno fueron hechas por el Señor para hacer fiaca. Las vacaciones de invierno son el merecido domingo del primer cuatrimestre. No se puede disociar las vacaciones de invierno de la fiaca porque una y otra son solo una.
Las vacaciones de invierno son para dormir la siesta hasta el olvidar el cuándo cuánto dónde cómo por qué.

Las vacas

¿hay algo más placentero que no tener ninguna obligación porque estás de vacaciones?

Puedo:
despertarme a las 12 sin culpa alguna
acostarme pasadas las doce sin culpa alguna
estar en piyama todo el día y no tener que estudiar
tomar el te con facturas todos los días en una casa distinta
ver televisión hasta que se me salgan los ojos
leer-cosas que yo quiera- hasta que se me salgan los ojos

no quiere decir que las haga pero podría hacerlas si yo quisiera levantarme del sillón. Y este ya tiene la forma de mi cuerpo, me da lástima