Una vez en el secundario tuve que dar una exposición oral de geografía, de esa exposición dependía la nota del último trimestre. Pasé al frente, pegué mi cartulina con el cuadro en el pizarrón y me quedé en blanco. No atiné a decir ni una sola palabra, ni siquiera podía leer mi cartulina. Después de unos agonizantes minutos me dijeron que me fuera a sentar. La profesora igual me aprobó, dijo que ella sabía que yo sabía, que era buena alumna y que estas cosas pasaban. El fantasma de la exposición oral y del examen final todavía me persigue.

Hoy di un final con el profesor más simpático, con las preguntas más imples y no pude decir ni dos palabras juntas. Había preparado tema, no pude ni decir eso. Me traicionaron los nervios: las palabras se me mezclaban, no me acordaba los conceptos...fue un desastre. Me tuvieron que arrancar las palabras de la boca.

Finalmente me aprobaron, esta vez mi promedio no era de buena alumna pero igual me aprobaron. Lo que me molesta es haberme quedado en blanco, no poder demostrar que si sabia, que habia estudiado y que hacia cinco dias que me duele la panza.

Supongo que me pegaré con el látigo hasta mañana, hasta que dejen de preguntarme como me fue.