viernes, 21 de diciembre de 2007

muchísimo tacto

Ayer como cada jueves fui a bailar tango y me encontré como cada jueves con Cristian, un sujeto con el que bailo todos los jueves. Cristian tiene cero tacto y es medio cabrón. Al principio odiaba bailar con él porque me corregía todo el tiempo. Ahora no me jode tanto porque algunas cosas que me dice son útiles y porque -sobre todo- ya no lo hace con tanta frecuencia. Cristian baila bastante bien y por eso no me jode pasar vergüenza a veces cuando lo chocan en la pista y se enoja con el hombre de la otra pareja. Está todo bien con Cristian, es un tipo raro y cabrón, pero está todo bien, además lo cierto es que en gran medida aprendí a moverme en el pista gracias a él. Otra cosa que tiene es que cuando engancha mina para levante me saca a bailar pero ya no tanto. Ya tuvo un idilio con una y ahora anda tras otra. En el medio, cuando estaba solo, me buscaba todo el tiempo. No me jode, en realidad, al fin de cuentas lo dramático sería que me quisiera enganchar a mi como levante.
Ayer fui a bailar con un vestido de lunares que tengo. Es un vestido que me encanta usar, es rojo y negro y los lunares son muy chiquitos, rojos, negros y gris oscuro. Cuando terminamos de bailar el primer tango me mira y me dice: Che, qué lindo vestido, te queda muy bien. Ay, pero muchas gracias, le digo. Y me dice, deberías venir así más seguido, porque en general venías hecha una crota. Touché.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayer en Brandon escuche varias veces en boca de M. la palabra "idilio".
Nunca la habia oido utilizada para significar a una relacion corta y pasajera.
Escucharla de nuevo es fantasmatico y divertido.

Anónimo dijo...

Como estamos con los sin-filtro.

Silencia dijo...

genial cuando pasa eso, como lo q me paso con el del video

Alejandro dijo...

Jojo, qué salvaje Cristian. Igual todo bien con él, no nos jode. Tremenda patada ninja.

Yoshimi dijo...

Cristian es un sin-filtro

chicoverde dijo...

mis primas (mellizas ellas) son bailarinas de tango en ascenso
hacen tango de fantasia, con piruetas acrobáticas y todo
yo iba a las milongas a tomar vino, escuchar buena música y eventualmente afilar, pero claro que sin saber bailar estaba perdido de antemano