lunes, 18 de febrero de 2008

fuera de control

Estoy fuera de control, chicos. Era hora de que lo supieran. Fuera de contorl, pero fuera de control en un buen sentido. Se me está moviendo todo, absolutamente todo. Es algo que empezó hace un tiempo, hace casi un año ya, un año casi clavados diría, con la internación y posterior muerte de Clara, mi hermana. Eso fue de esas cosas que te sacuden y que te ponen en un punto del que no hay marcha atrás. Como cuando golpeás un sillón y salta todo el polvo, que te das cuenta de que es hora de limpiar. Estuve días y semanas y meses luchando contra todo ese polvo. No quería verlo, no quería hacerme cargo hasta que un día hice clic y empecé a cambiar. Antes de eso estaba hecha una piltrafa, con cinco kilos menos de los que debería estar pesando, con un colesterol muy alto, vértigo, el cuarto hecho un quilombo, mal vestida, mi plata perdida en cualquier parte. Posta que el último año tuve que remar y lo hice, remé y remé y remé. Y un día hice clic sin querer y sin darme cuenta. Me acuerdo de viajar en el 102 con Galo y decirle somos amigos, que lindos ser tu amiga, te quiero, y me querés, dale, decímelo, decime que me querés, y ese fue solo el comienzo. En el verano detoné. Hubo un día que empecé a llorar a moco tendido y en cuatro no paré, no paré ni un momento. Después me enamoré, me fui dejando llevar por todo eso, por el amor y quedé hecha una loca, una loca bien. Antes de que me diera cuenta estaba viajando una semana más con un chico que conocía hace quince días. ¡Lo bien que hice! Con él lloré y sigo lllorando a veces porque estoy feliz no más y eso es totalmente nuevo para mí. En serio, estoy muy loca, pero loca bien. Me estoy moviendo toda, sacudiendo toda. Agarré los almohadones del sillón y paf, decidí darles duro contra una pared para que se salga todo el polvo. No quiero el polvo, no quiero esa mochila. Hoy les escribí una carta a mis papás. Todo empezó cuando pensé en decirle algo a mi mamá y después pensé que también eran cosas que mi papá tenía que saber y me fui a estudiar y antes de que me diera cuenta les estaba escribiendo una carta, una carta "movida por el amor que les tengo por ser mis papás" (sic). La leyó mi mamá y culminó en una charla, no podía creerlo. Mi mamá me contó un montón de cosas, algunas muy fuertes y yo lloré todo el tiempo y le hice saber todo lo que sentí todo este tiempo y más y ella estuvo abierta y receptiva, increible. Increible, conversamos. Todo está cambiando a un ritmo espectacular, todo se está reacomodando, finalmente. Hace poco tuve uno de esos vértigos, un poco, apenas. La noche anterior le había escrito una carta a mi hermana muerta. Creo que tiene que ver con eso. Todo el tema de mi oído tiene que ver con Clara, con su muerte y con todo ese polvo que se levantó más tarde. La llamé a mi hermana y me cuidó, estuvo conmigo y más tarde la abracé y le dije te quiero y siempre que me la cruzo por la casa la saludo y le pregunto qué tal y lo hago porque realmente quiero hacerlo, de verdad quiero saber cómo le va. Siempre tuve una relación muy rara y compleja con mi familia, siempre fui muy hermética y cerrada con ellos. No es mi culpa ni la de ellos, obvio, las relaciones son tramas complejas, y ese lugar de la chica ultra independiente y autónoma fue el que me tocó, el que elegí y eligieron que yo tenga. Fue funcional a muchas cosas, a todo un sistema, una organización familiar que ya no corre. Ahora quiero otro lugar, un lugar más cómodo, un lugar de hija que puede hacer bochinche y puede pedir cosas porque es hija y se lo merece. Ese lugar es mío y de a poco me lo estoy apropiando. Está buenísimo, creanme. Nunca pensé que iba a poder ventilar todas esas cosas. Nunca pensé que iba a poder dejar correr tanto el aire. Me siento muy bien así, me siento llena de amor por todos lados y esa es la mejor parte de todo, es el motor de todo. Todo este cambio está en todas partes, está en todo mi cuerpo. Ayer me hicieron un reiki que me sacudió toda, me electrificó toda. Todo se me está moviendo, todo, todo.

6 comentarios:

Silencia dijo...

es una buena sensación, a veces da miedo sentir que uno está por explotar, pero al mismo tiempo uno sabe que es bueno que explote... creo q te comprendo... y el reiki hace eso viste? la primera vez q me hicieron fue porque estaba muy nerviosa y no podia comer, bajé 3 kilos en un mes, cuando me lo hicieron me puse a llorar como una atormentada... pero se me pasaron los nervios, es una sensación muy saludable. besos, me alegro de que te sientas bien con esta sacudida.

r dijo...

Sos una grossa Angeles. Estas re loca, pero eso es re bueno.
Me pone contento que estes feliz.
Que bueno eso de poder irse 1 semana de mas con alguien recien conocido. Yo no podria hacerlo. Me imagino que lo estaras empezando a querer mucho. Disfrutalo. Agarrate y disfruta todo.

Anónimo dijo...

Agarrate no, ya está volando libre.
Recuerdo ese viaje. Me alegra haber podido presenciar el inicio del clic, aun cuando no siempre fui receptivo (especialmente en el viaje) a ese estar fuera de control tuyo. Espero que me entiendas (y que en el fondo allá me hayas entendido), amiga.

Anónimo dijo...

no te conozco, pero te RE FELICITO, te lanzaste al vacío totalmente, buen viaje!!!!!!!!!

angeles dijo...

Ay, chicos, que emoción, me hacen emocionar. Los quiero a todos y lo digo en serio.
Galo, sos mi amigo y te quiero. Me encanta que seas mi amigo, me encanta tu amistad.

Ornella dijo...

Me gustó mucho esto que leí...entro seguido y a veces no comento, porque me siento medio sapo de otro pozo, pero bueno, la entrada lo valía
Lo que escribiste es muy emocionante, y se mueve al compás tuyo, y hasta da ganas de que le pase a uno mismo también, empezar a golpear almohadones y que se vaya el polvo.
Te lo ganaste, ahora vivílo plenamente!