sábado, 23 de febrero de 2008

escrito en las estrellas

Hoy mientras miraba las fotos que mandé a imprimir de mi viaje y elegía una de las mil quinientas fotos que me saqué con luz en Salinas Grandes me emocioné pensando en la suerte que tengo de tener una mejor amiga. De fondo sonaba un compilado que me hice a los quince años, un compilado siniestro e incoherente pero que tiene algunas canciones que todavía me conmueven, y me sonreía pensando en la compatibilidad de amistad que nos hicimos en grupovenus.com. Ayer volví a leerla, un poco porque estaba aburrida y otro tanto porque la extraño. Dice cosas buenísimas, como que somos almas afines. No que necesite que una página de astrología me lo aclare, pero igual está bueno leerlo, está buenísimo que alguien más, aunque mas no sea una máquina, te ayude a corroborar ese presentimiento que tenés. Luz y yo somos almas afines y creo que lo supimos desde el primer momento. Encontré una foto que durante mucho tiempo estuvo colgada en mi corcho y que en algún cambio en mi cuarto se perdió, hasta ahora, una foto de Luz y yo en un bondi volviendo de Tandil, yo con braquets y con un sweater que por muchos años usé para ir viajes escolares, Luz con anteojos y las cejas re gruesas, yo estoy tirada encima suyo y nos estamos abrazando y riendo. Es re linda. Esa foto fue de nuestro primer año de amistad, de nuestros primeros meses de ser amigas en serio en serio. Ya nos conocíamos, ya éramos amigas, pero ese año fue el primer año que estuvimos en un mismo curso. Se me ocurrió que siempre que pudimos -exceptuando unos meses de un año que nos distanciamos, aunque incluso en ese tiempo fuimos compañeras en inglés, mismo si por entonces ni nos hablábamos- compartimos banco en una clase o asiento en un bondi. Se me ocurrió que nunca pudo ser de otra forma, porque Luz y yo siempre tenemos que estar juntas, siempre tenemos miles de cosas para contarnos o miles de chistes para hacernos o lo que sea, pero siempre tenemos que estar cerca, asi es como tiene que ser. Poca gente me entiende como ella, o mejor: con poca gente me entiendo como con ella. Es totalmente recíproco, no podía ser de otra forma, y como tengo una persona así en mi vida pienso que no, no podría ser de otra forma, no podría vivir de otra manera. No sé si tengo una suerte excepcional o si acaso todo el mundo tiene una mitad como la mía, no tengo idea, pero igual me siento afortunada y por si las dudas, por si acaso no la tienen, se lo deseo a todo el mundo. Todo el mundo se merece un amigo como la mía. La vida es mucho más linda, el camino menos solitario.

La foto elegida. Por cierto, primera foto de las autoras publicada en el blog.

9 comentarios:

r dijo...

Los lentes de sol se roban la entrada.

angeles dijo...

Son THE BOMB
Luz me los criticó bastante, pero mucha gente me los estuvo elogiando.

Anónimo dijo...

Son como comprados en la esquina de Puan y Alberti (la que no es es Ridabavia ni Pedro Goyena)

Anónimo dijo...

Jajaja esos anteojos; you owe me the photographs, Angie.

Yoshimi dijo...

si, esa optica, es como que se quedo en el tiempo! Siempre que paso lo digo.
Sonrei toda la entrada, gracias amiga.
me siento medio desnuda con esto de la foto...

Yoshimi dijo...

que hablas de mis cejas gruesas, eh?

angeles dijo...

Jajaja, agregaste eso catorce minutos más tarde
Y si, vieja, eran gruesas. Ya lo charlamos.

angeles dijo...

Ah, Galo, te decía: si, te las debo a vos y a todos, en realidad. Yo también quiero ver las de tu camara.

Silencia dijo...

buenisima la foto