lunes, 16 de julio de 2007

mis compañeritos de la facu

"Mamá, papá, les presento a.... ¿cómo se llama?"







En la vida cotidiana uno suele cruzarse con determinados sujetos de considerables variedades de tipos, formas, color. Hay quienes, como mi amiga Luz y yo, nos interesamos profundamente por observar y estudiar cada especímen, considerando siempre su unicidad en este mundo e interesándonos con especial fervor por aquellos que, por un motivo u otro escapan de estereotipos, rompen todo código y todo límite de imaginación. Esto no impide, sobra aclarar, que también aboquemos con pasión nuestra labor científica al estudio minucioso de los, como me gusta llamarlos, clichés humanos.
¿Qué mejor selva para gozar de la más variada fauna humana que la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires?
En nuestro afán de conocimiento del tipo humano y en un acto de profunda filantropía, mi amiga y yo decidimos dedicarnos al estudio de esta jungla en particular, acotando así nuestro espectro de estudio con el único fin de lograr una mayor precisión y profundidad en nuestros resultados observacionales.
Así, inauguro hoy esta sección con una breve exposición de uno de los tantos compañeros que circulan por los pasillos de esta casa de altos estudios. Hoy introduciremos, ni más ni menos, al mismísimo favorito de Panesi.

El favorito de Panesi usa mucho gel y poco calzón.
Se ha observado en este estudiante posiblemente avanzado de filosofía, atento lector bibliográfico y apasionado participante de Teoría y Análisis Literio I Cátedra "C", una tendencia demasiado recurrente al uso de los cabellos en forma de pequeños conos, apenas separados entre sí y en dirección permanentemente vertical. Esta evidencia, sumado al efecto mojado y estático de sus cabellos, nos ha llevado a concluir que el compañero tiene una peligrosa afición al gel fijador.
Asimismo, se ha observado que este muchacho tiene un gusto por los pantalones flojos, al estilo bali, o al estilo de una extraña metamorfosis de un chiripá a un pañal de tela para adultos. Sin embargo, lo notable de este estilo tan particular no es ni los colores de esta ropa ni el controvertido diseño de estos flojos pantalones, sino más bien la costumbre del compañero a no llevar calzoncillos. Esta combinación pantalón holgado-miembro al aire tiene una nociva y peligrosa repercusión en los demás estudiantes generando en ellos una picazón irreflenable en los ojos y un sarpullido en todo el cuerpo emulando los colores de la vestimenta que el joven lleva en ese día.
No obstante, la peor irritación cutánea que provoca la presencia del gentil compañero se debe a que el mismo no sólo tiene siempre las lecturas al día, sino que además las comprende. Sus compañeros han notado que eso no se detiene ahí sino que además el muchacho tiene la necesidad imperiosa de dedicarse a hacer comentarios ingeniosos e inteligentes las dos horas que dura la clase para pavonear sus conocimientos y quitar el aire del asombro al Señor Titular de Cátedra.


El equipo no ha podido aún determinar si el asombro que genera el estudiante en el titular se debe a la capacidad relacional e intelectual del mismo o al escandaloso miembro flotante que se columpia entre sus piernas.
Los mantendremos al tanto.

1 comentario:

chicoverde dijo...

en mi cursada eramos todos igualmente mediocres
qué gloriosos días