martes, 24 de julio de 2007
sábado, 21 de julio de 2007
fauna de la facultad
Ir a la facultad de filosofía y letras es como ir a Lost un día jueves. ¿De dónde salió tanto africano de dos metros y remera de básquet? ¿Qué hace esta gente durante el día? Tal vez ellos sólo vivan los jueves en el local bailable tipo C de la calle Araóz, pero los que viven toda la semana seguro estudian en Puán al 400.
Trato de estar alerta, sé perfectamente lo que pasa a mí alrededor. El día del parcial puedo decir quiénes vienen regularmente a clase y quiénes prefieren leerla en la comodidad de sus casas, quién molesta en clase y quién participa, quién sabe y quién dice cosas que ni él mismo entiende.
Este año tuve un flechazo con una mujer. Compartí 14 horas por semana con un ser que me resulta absolutamente fascinante. Quiero saber todo sobre ella: dónde vive, qué edad tiene, cómo son sus amigos, dónde sale, si bebe. Quiero saber todo excepto su nombre. Desde que alguien me codeó para que la mirara no pude sacarle los ojos de encima. La inspecciono, la comento y una vez, sólo una vez le hablé.
No quiero saber su nombre porque ya le pusimos uno (Ángeles y yo). [Nos gusta ponerle nombres a la gente y difundirlos. No hay nada que yo odie más que enterarme del verdadero nombre de estos personajes, le saca diversión al juego] No nos hemos puesto de acuerdo en la grafía: Yindish, Yndiesh, Yndish. Poco importa siempre y cuando se entienda la fusión en su nombre. Es difícil determinar, en un primer nivel de análisis, si el sujeto en cuestión es judío ortodoxo o simplemente se pasa de indie.
El jurado todavía no se ha puesto de acuerdo acerca de su pelo. ¿verdadero o falso? Yindish tiene pelo color dulce de leche con un tinte naranja, color de tarro, y una sombra del mal se extiende desde el nacimiento de sus crines. Como si fuera de yeso o estuviera barnizado, ni el más potente huracán podría moverlo. No brilla, ni de la limpieza ni de la grasa. Seguro que huele. Tiene un poco de polvo.
Ella usa anteojos que compró en una óptica detenida en el tiempo de la calle Puán y Alberdi. Esos marcos no se ven en las revistas desde la era del jopo, en ese momento Yndish hubiera hecho furor. Se pinta mucho la cara y suele pifiarle al borde del labio, como su Giménez, tal vez lo considere como un rasgo de diva. Para ella “ir de shopping” es pasearse por las ferias americanas y una vueltita rápida por el ejército de salvación. La otra opción es que los padres de Yndiesh elijan la ropa de su única hija, porque ella sólo tiene un hermano que es mayor y usa sombrero y bucles o buzo con capucha.
Tiene muchas botas, muchas botas. Son todas de caña alta y, vale aclarar, bien feas. Debido a su poca estatura, todo su calzado es de taco alto, taco en el que se mueve con torpeza. Con cada paso sus talones tiemblan.
No hay musicalidad en su voz. Da más gusto hablar con una locomotora, porque Yndish no afina.Una vez la vi bajarse cerca en el Once, no es lejos de mi casa, podríamos ser amigas. Tal vez me invite a tomar el té.
Hice un simple dibujo de ella en el paint. El tamaño de la imagen no deja que se vean los detalles. Algún parecido hay.
jueves, 19 de julio de 2007
Chica Country
miércoles, 18 de julio de 2007
Ya fue dicho

martes, 17 de julio de 2007
van gogh SABÍA
Ella dijo...
él lo dijo primero

lunes, 16 de julio de 2007
de cómo la medicina tradicional occidental puede resultarme absolutamente antipática a veces
mis compañeritos de la facu

En la vida cotidiana uno suele cruzarse con determinados sujetos de considerables variedades de tipos, formas, color. Hay quienes, como mi amiga Luz y yo, nos interesamos profundamente por observar y estudiar cada especímen, considerando siempre su unicidad en este mundo e interesándonos con especial fervor por aquellos que, por un motivo u otro escapan de estereotipos, rompen todo código y todo límite de imaginación. Esto no impide, sobra aclarar, que también aboquemos con pasión nuestra labor científica al estudio minucioso de los, como me gusta llamarlos, clichés humanos.
¿Qué mejor selva para gozar de la más variada fauna humana que la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires?
En nuestro afán de conocimiento del tipo humano y en un acto de profunda filantropía, mi amiga y yo decidimos dedicarnos al estudio de esta jungla en particular, acotando así nuestro espectro de estudio con el único fin de lograr una mayor precisión y profundidad en nuestros resultados observacionales.
Así, inauguro hoy esta sección con una breve exposición de uno de los tantos compañeros que circulan por los pasillos de esta casa de altos estudios. Hoy introduciremos, ni más ni menos, al mismísimo favorito de Panesi.
El favorito de Panesi usa mucho gel y poco calzón.
Se ha observado en este estudiante posiblemente avanzado de filosofía, atento lector bibliográfico y apasionado participante de Teoría y Análisis Literio I Cátedra "C", una tendencia demasiado recurrente al uso de los cabellos en forma de pequeños conos, apenas separados entre sí y en dirección permanentemente vertical. Esta evidencia, sumado al efecto mojado y estático de sus cabellos, nos ha llevado a concluir que el compañero tiene una peligrosa afición al gel fijador.
Asimismo, se ha observado que este muchacho tiene un gusto por los pantalones flojos, al estilo bali, o al estilo de una extraña metamorfosis de un chiripá a un pañal de tela para adultos. Sin embargo, lo notable de este estilo tan particular no es ni los colores de esta ropa ni el controvertido diseño de estos flojos pantalones, sino más bien la costumbre del compañero a no llevar calzoncillos. Esta combinación pantalón holgado-miembro al aire tiene una nociva y peligrosa repercusión en los demás estudiantes generando en ellos una picazón irreflenable en los ojos y un sarpullido en todo el cuerpo emulando los colores de la vestimenta que el joven lleva en ese día.
No obstante, la peor irritación cutánea que provoca la presencia del gentil compañero se debe a que el mismo no sólo tiene siempre las lecturas al día, sino que además las comprende. Sus compañeros han notado que eso no se detiene ahí sino que además el muchacho tiene la necesidad imperiosa de dedicarse a hacer comentarios ingeniosos e inteligentes las dos horas que dura la clase para pavonear sus conocimientos y quitar el aire del asombro al Señor Titular de Cátedra.
El equipo no ha podido aún determinar si el asombro que genera el estudiante en el titular se debe a la capacidad relacional e intelectual del mismo o al escandaloso miembro flotante que se columpia entre sus piernas.
Los mantendremos al tanto.
made in hell
Será piola Satán y ocurrentes sus creativos que han desarrollado un artículo realmente capaz de hacer sucumbir las más nobles almas a las terribles tentaciones del Averno. Este pequeño adminículo asombra por su sencillez y por no significar para quien lo porte ningún tipo de esfuerzo mayor. Sin embargo, esta pequeña creación significa una verdadera tortura psicológica por su admirable persistencia y constanstancia, por su eterna presencia en el oído de quien lo lleve.
Este pequeñó chiche demoníaco no es más que un ... zumbido.
Sí, señora, oyó bien (o no, según cómo le zumbe el día de hoy)
El ingenioso Lucifer a puesto en el mercado -y a modo gratuito, vale decir- este pequeñísimo y sutil zumbido en el oído con el único fin de tentar al inocente humano a las más siniestras perversiones, típicamente la ira, el enojo o la necesidad corrosiva de destruir cualquier elemento que disponga a su alcance.
No es raro notar en quién padece este mal vicios tales como el asombroso grado de insolencia en las respuestas a sus padres, la pereza absoluta, la mala cara al hombre ciego que espera en la esquina a quien lo ayude a cruzar, la falta de compasión ante los que moran las calles acompañada inclusa de la recurrencia de pensamientos tales como "en vez de manguear salgan a laburar" "si es linyera yo qué culpa tengo", etc.
Esta vez Satán y su staff nos han deslumbrado con su asombroso ingenio, con su capacidad creativa sin límites y con su maldad sin freno.
Bravo a ellos
domingo, 15 de julio de 2007
Chiches de Satán

sábado, 14 de julio de 2007
príncipe borbón

Pobre.
Ser una nena tan nena y parecer un príncipe. Imagino a sus amigas peinándo sus pelos largos frente al espejo, imaginándose princesa vestidas de rosa o de amarillo, como soñaba yo.
Pero no.
Nacer con esos bucles, con esa cara tan seria, tan de amargura... tan parecida a un príncipe, a un príncipe varón, borbón. Cada vez que la veía en el patio pensaba en ella vestida con esos pantalones ajustados, tal vez de terciopelo, y esas medias blancas si es que eran medias a la altura de la media canillita, digamos, y esos botines y un chaleco lleno de condecoraciones reales. De fondo una cortina pesada algo teatral, rojo oscuro. Y tal vez un perro, un caniche toy. Un detalle un poco kitsch o tal vez anacrónico, tal vez, no sé, pero como no sé ni de historia ni de cuadros puedo imaginar esa pintura de esa nena nene príncipe hijo de padres primos vestido de terciopelo y con un caniche toy blanco en brazos o a sus pies.
martes, 10 de julio de 2007
viernes, 6 de julio de 2007
al teléfono
y-Hola, ¿se encontraría xxxx?
z-No, no está.
.....
z-Que no está.
y-Ahhh, bueno, llamo más tarde
a) ¿por qué "se encontraría"? Alguien se encuentra o no se encuentra, tan simple como eso. ¿Se encontraría si que?
b) los interlocutores van cambiando. Si habló z luego le toca a y, y viceversa. Si z dice que no está, no está, no hay con que darle, no hay nada más para agregar.
Es obvio que el 90 por ciento de las personas que llaman a mi casa no saben estas dos cosas.